Cuando comenzó la pandemia, reunimos a la comunidad, prestamos atención a la ciencia y tomamos decisiones difíciles para proteger las vidas de los más vulnerables.
Abrimos el Alamodome para proporcionar vacunas y dedicamos millones de dólares para asistencia de alquiler e hipoteca, y millones más para pequeños negocios.
A través de cada desafío, hemos visto lo mejor de San Antonio, desde nuestros trabajadores esenciales hasta vecinos que se ofrecen como voluntarios para apoyar a sus vecinos.
La vida ha sido desafiante, pero no se ha detenido, y nosotros tampoco. Como ciudad, nos comprometimos de nuevo a prekínder para cada niño, capacitación de la fuerza laboral para ayudar a los desplazados por esta economía, viviendas asequibles, parques hermosos, calles seguras y acceso a transporte confiable sin importar en qué lado de la ciudad vivas. Y nosotros hemos logrado atraer nuevos negocios y oportunidades laborales para honrar las aspiraciones y la ética laboral de las familias de San Antonio.
Mientras los líderes nacionales piden unidad, en San Antonio nos cuidamos unos a otros, nos apoyamos mutuamente y trabajamos juntos para volver más fuertes que nunca.